Pinte un mural en Givry, Francia
Este fresco de 12 x 2 metros, creado por la artista argentina María de los Milagros Baylac, ocultará ventajosamente el frente del antiguo bar-restaurante, ubicado en la plaza frente al Salón Redondo.
Esta obra, que se produjo en menos de una semana, fue inaugurada el domingo por la mañana, en presencia de numerosos funcionarios electos y como extensión de la madrugada, que fue realizada en el Salón Redondo por la Harmonie givrotine.
Es el resultado de una colaboración entre la Mairie Givrotine y la asociación Animations en Côte Chalonnaise (A2C). Este proyecto es también el primero, que se enmarca en la operación “cincuenta-cincuenta”, que requiere que el municipio financie el 50% de un proyecto presentado por una asociación, y que ha sido validado upstream por el comité participativo del municipio. .
Este fresco es el resultado del encuentro, hace más de un año, entre Jean-Claude Dufourd, presidente de A2C, y Maria de los Milagros Baylac, como parte de la preparación de la edición 2021 del Festival Femmes regARTS, que homenajea a Eva Perón y Argentina en general.
Entonces Jean-Claude empezó a buscar un artista argentino, y fue Margarita Kustikova, artista rusa a la que había conocido en el marco de la 5ª edición del festival, quien le aconsejó que contactara con Maria de los Milagros Baylac.
El sentimiento pasó de inmediato entre los dos interlocutores, y como a la vivaz artista argentina le encanta viajar y conocer gente, no tardó más en decidirse por venir a Givry.
María se graduó en relaciones internacionales. Tiene 41 años, vive y trabaja en Buenos Aires. Ella es una artista visual y enseña su colorido arte a los niños. Tiene la ambición de querer "cambiar el mundo" comunicando su creatividad, su energía y sus sueños. Para ello, aprovecha la más mínima oportunidad para conocer nuevas audiencias, ayer en Colombia, anteayer en Hong Kong y… la semana pasada en Givry.
La pintura mural es una de sus especialidades. Desde niña, quería volver a pintar todas las casas grises de su pueblo para hacer felices a sus habitantes. Porque además de su talento como pintora, ama a las personas. Su sencillez y alegría de vivir comunicativa la hacen muy asequible y sin duda dejará un recuerdo inolvidable a todos los que la conocieron durante su presencia en Givry.
También encontramos algunos de ellos (como el enólogo Guillemette Besson) en el fresco que realizó. También se incluye todo lo que caracteriza al pueblo, así como el temperamento del artista, chispeante, teñido de optimismo y benevolencia.
Tampoco hay duda de que María no está dispuesta a olvidar a Givry, a la que describe como "un pueblo tranquilo, donde la vida es buena y donde ha conocido gente generosa, que le dio una muy cálida bienvenida".
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