Otro cuadro con historia...
UN POEMA AL AMOR
El cuadro encierra un relato de dos personas con su propia vida que se unen para compartir un viaje hacia Ithaca, hacia la isla del último sueño.
Roberto se pierde en su propia profundidad, al igual que un océano esconde su propio mar lleno de peces de distintos colores que se mueven, sin saber cual es el limite que hay. Mientras su corazón reclama al mundo, que como un ciclón quiere pasar, actuar y continuar recorriendo.
Eva, de mirada intensa, frontal, se convierte en la sirena de los sueños de Roberto, que agarra al mundo con su cola pero a la vez se toma el tiempo para observar que es lo que quiere hacer allí. Su interior encierra secretos, como estrellas de mar que brillan, pero ella decide a quien mostrárselos; por eso el pelo de la sirena es como una cortina que se abre. Dado el nacimiento de Dominique, las mariposas aparecen en su pelo signo de transformación, mostrando un futuro nuevo, incierto, donde la sensibilidad aflora por doquier. Las flores caen a su paso, en vuelo, simples pero complejas, recordándole su viaje.
La nave, la barca de ambos, ya se encuentra en recorrido, navegando a paso lento para disfrutar del viaje. Un amanecer eterno los ilumina a lo lejos, los llama, los reclama, para que no pierdan el camino.
Los colores del cuadro con calidos pero se contrastan con la intensidad de azules y violetas que marcan sus propios contrastes, el carácter de ambos. Las sutilezas se entremezclan con el temperamento de ambos, que se puede visualizar en los colores de la pintura.